A partir de los resultados obtenidos en la aplicación del juego de rol “El Parque Embrujado”, se elaboró el diseño final del artefacto–juego infantil denominado “El Laberinto Embrujado”. Este diseño recogió las ideas, deseos y propuestas que surgieron durante los talleres, transformándolas en un espacio tangible de juego, imaginación y encuentro comunitario.
“El Laberinto Embrujado” se materializa como una estructura de 81 m², construida en madera y hormigón, pensada para incentivar la exploración libre y la apropiación creativa del espacio por parte de las niñeces. Su configuración espacial se inspira en un bosque hipóstilo, donde en los intersticios de esta estructura se disponen quince altares conectados por una pasarela escalonada que enlaza dos refugios principales. Estos elementos estimulan la imaginación narrativa, la colaboración y la experimentación, al ofrecer un entorno que no impone una única forma de jugar, sino que posibilita múltiples interpretaciones y usos.